La gran banca española está en la cresta de la ola. CaixaBank cierra la ronda de presentación de las mayores entidades del país (de las del Ibex, solo falta Unicaja) con unos beneficios de 4.816 millones de euros durante 2023, un 53,9% más que el año anterior, según ha comunicado este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Un resultado que queda solo por detrás del cosechado en 2021, cuando ganó 5.226 millones, aunque entonces debido a los extraordinarios de la fusión con Bankia.
Con estos buenos resultados, sumados a los de 2022, el grupo catalán ha ampliado su plan de reparto de dividendos y recompras de acciones hasta 12.000 millones. El plan estratégico de CaixaBank para el periodo 2022-2024 recogía el objetivo de distribuir entre los accionistas 9.000 millones de euros, pero dado el acelerón del negocio y el exceso de capital, el banco ha decidido ampliarlo en 3.000 millones.
A cargo de 2023, CaixaBank distribuirá un dividendo en efectivo de 39,19 céntimos de euros brutos por acción, que se pagarán en abril. Con este abono, destinará el 60% de las ganancias a la remuneración a sus accionistas, en línea con la política de dividendos fijada por CaixaBank. “Este modo único de hacer banca permite al consejo de administración proponer el pago de un dividendo de 2.890 millones de euros, de los que la mitad revertirán en la sociedad a través de la Fundación “la Caixa” y del FROB”, asegura José Ignacio Goirigolzarri, presidente de la entidad, en un comunicado.
Para 2024, el plan de dividendos consistirá en el reparto de entre un 50% y un 60% de las ganancias, que se abonará en dos pagos en efectivo: uno a cuenta en noviembre (entre el 30% y el 40% del beneficio correspondiente al primer semestre de 2024″, añade la nota) y otro complementario en abril de 2025. A los dividendos del grupo hay que añadir un nuevo plan de recompra de acciones propias durante el primer semestre de este año “con el objetivo de acercar la ratio CET1 a cierre de 2023 al 12%”. Dado que ha cerrado el ejercicio con una ratio del capital de máxima calidad del 12,4%, esto supone un exceso de capital de unos 880 millones de euros.
Dispara los ingresos
De vuelta a los resultados de 2023, los números del sector financiero español son de récord gracias, en gran medida, al viraje de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) desde julio de 2022, cuando el organismo comenzó una fulgurante subida de tipos de interés. Esto ha sido una inyección para las entidades nacionales. En el caso de CaixaBank, su margen de intereses repuntó un 54,3%, hasta los 10.113 millones, por el avance de los ingresos tras actualizarse las cuotas de los préstamos a tipo variable (por ejemplo, las hipotecas vinculadas al euríbor).
En cambio, las comisiones netas han experimentado el efecto contrario. Con la recuperación de los ingresos recurrentes, las entidades han retirado buena parte de las comisiones que impusieron durante la era de tipos negativos, una de las pocas formas que encontraron de mantener algo de rentabilidad en su negocio. En concreto, las comisiones netas de CaixaBank bajaron un 5,1% en el ejercicio, hasta los 3.658 millones de euros.
Con estas dos partidas, tanto el margen de intereses como las comisiones netas cosechadas en el negocio bancario en España, se calcula el pago del impuesto extraordinario al sector. En un principio era temporal, para dos años, pero el Gobierno ya lo ha prorrogado un ejercicio más con el compromiso de hacerlo permanente (falta por ver si acepta alguna modificación). Por este concepto, CaixaBank abonó 373 millones el año pasado, una cifra que escalará con fuerza en este ejercicio en paralelo al incremento registrado en el margen de intereses en el mercado español.
Los costes de explotación han crecido por la presión de la inflación y las mejoras salariales, aunque a menor ritmo que los ingresos. En concreto, los gastos avanzaron hasta los 5.812 millones, un 5,2% más. Así, el grupo catalán mejora su ratio de eficiencia en algo más de nueve puntos porcentuales hasta llegar al 40,9% (cuanto más baja, mejor). Los expertos consideran que un banco empieza a ser eficiente cuando este indicador está por debajo del 50%.
Repunte de la rentabilidad
En rentabilidad, CaixaBank ha mejorado de forma notable su retorno sobre el capital tangible (ROTE) al situarlo en el 15,6% (el ejercicio 2022 lo cerró en el 9,8%). Mientras que la solvencia también ha crecido: la ratio de capital CET1 fully loaded, el de máxima calidad, escaló hasta el 12,4%.
En cuanto a la tasa de impagos, uno de los principales termómetros de la banca para detectar el inicio de las crisis financieras, se mantiene estable en niveles bajos. El grupo que preside José Ignacio Goirigolzarri cerró 2023 con una morosidad del 2,7%, al mismo nivel que 12 meses antes y por debajo de lo registrado en el sector: según los datos del Banco de España, la mora se situó en el 3,57% en noviembre, muy lejos del 13,62% que alcanzó durante la Gran Recesión, en diciembre de 2013. Además, la tasa de cobertura de CaixaBank para cubrir esos créditos impagados asciende al 73%, un punto porcentual por debajo del cierre del ejercicio pasado.
Sobre la actividad comercial, al igual que ocurre con el sector en su conjunto, el grupo catalán ha bajado en volumen: la cartera de crédito sana se sitúa en los 344.052 millones de euros, lo que supone una caída del 0,2% en 2023. El retroceso se debe principalmente a las hipotecas, que caen un 1,2%, por las amortizaciones anticipadas. No obstante, esa bajada ha sido parcialmente compensada por la producción de crédito a empresas y préstamos al consumo. En número de clientes, CaixaBank cerró el ejercicio con 20,1 millones.
Por su parte, los recursos de clientes ascienden a 630.330 millones, lo que supone un crecimiento del 3,1% (+19.030 millones), impulsados por la suscripción de productos de inversión. En concreto, los recursos en balance ascienden a 463.323 millones (+1,2%) por el avance de los seguros de ahorro. El ahorro a plazo supera los 54.700 millones de euros, con un crecimiento del 109,4% en el año impulsado por la remuneración de los depósitos. En el caso de los activos bajo gestión, se sitúan en 160.827 millones (+8,7), apoyados por las suscripciones de productos de ahorro e inversión, que alcanzan los 5.339 millones, un 34% más.
Igualmente, la entidad mantiene una cuota de mercado de más del 20% en los principales segmentos de negocio en España: el 23,5% en crédito a empresas y hogares, un 20% en crédito al consumo, un 25% en depósitos, un 24% en fondos de inversión, un 34% en planes de pensiones, un 29% en ahorro a largo plazo y un 31% en facturación de tarjetas.
El ejercicio ha sido de récord para el sector financiero en su conjunto, que además apunta alto para este 2024 y esperan nuevas mejoras de beneficios. Eso sí, mucho más tímidas. Prevén que el margen pueda mejorar, aunque a mucho menor ritmo, y creen que se contendrán los costes como para cosechar un año de nuevas alzas.
Entre otras cosas, gracias a que queda todavía una parte de los préstamos por subir algo su cuota, ya que se actualizaron a un nivel de euríbor todavía inferior al actual. Sin embargo, la mayoría de la cartera ya lo ha hecho y se espera que conforme pasen los meses la tendencia será la de mantener el nivel de ingresos o incluso que haya un pequeño decremento.
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